Es viernes por la noche, y el lobby del Crowne Plaza Lima luce lleno y agitado. ¿Acaso una estrella de fútbol se aloja en el hotel? ¿Acaso un actor o influencer de moda recorre sus instalaciones? Pues no, sucede que esa noche se inicia el Ciclo Sinfónico 2024 organizado por la Sociedad Filarmónica de Lima, y el hotel aloja a algunos de los músicos protagonistas de la velada musical y, además, como auspiciador de tan importante evento invita a muchos de sus huéspedes a ser parte del concierto. Entonces, el lobby está lleno de músicos y amantes de la música que confraternizan y se preparan para partir hacia un recital donde Daniel Cueto, compositor y flautista peruano con estudios en Alemania (e hijo del escritor Alonso Cueto), estrenará “Due Canti”, obra inspirada en la Divina Comedia. Por esta y muchas razones más, para varios (nos incluimos) la noche será inolvidable.

Entonces, cómo no dejarse seducir por un lugar así, uno que no solo sabe retribuir con la máxima hospitalidad y amabilidad a sus huéspedes sino, como un extra impagable, les entrega algo de cultura.

premiado y gozado

Pero las razones de su éxito no se quedan allí. Sí, el arte es fundamental; sin embargo, este lugar brinda varios beneficios más. Para empezar, es un lugar cómodo que ofrece lo necesario para tener una estadía confortable. Es un hotel cinco estrellas que no es pretencioso: buenas habitaciones (algunas con jacuzzi), un restaurante que sabe ser sabroso, una piscina temperada, un gimnasio bien montado, una excelente ubicación (en el corazón de Miraflores, muy cerca del Malecón) y demás comodidades lo han convertido en uno de los favoritos de los clientes corporativos que son los principales huéspedes del Crowne Plaza Lima.

Por estas razones, hace poco fue elegido como el “Mejor Hotel de Negocios del Perú” por los World Travel Awards 2024, una especie de los Oscar del turismo. El galardón reconoce la excelencia de las instituciones en todos los sectores claves de las industrias de viajes, turismo y hotelería.

“Nos sentimos muy orgullosos por la distinción recibida que es el resultado del trabajo conjunto de todo el equipo que nos acompaña para dar un servicio de excelencia, servicio que supera las expectativas de nuestros huéspedes. Nuestros más de 20 años de experiencia nos han dado la solvencia para crear estadías con experiencias únicas y especiales”, afirma Emilio Pinasco, gerente general del Crowne Plaza Lima, que es una de las marcas premium del InterContinental Hotels Group, una de las corporaciones hoteles más grande del mundo.

Estos días de invierno, una de esas experiencias únicas las ofrece su restaurante Sinfonía (lo dicho, aquí aman la música), pues todos los miércoles ofrece un opíparo “Festival de Sancochado”, evento que se ha convertido en ineludible dentro de nuestra escena gastronómica.

Vaya que es tarea complicada sorprender a los peruanos por sus altos estándares culinarios, más aún con un plato como el sancochado que, aunque tenga alma hispana, a lo largo de varios siglos tan bien lo han preparado nuestras madres y nuestras abuelas. Sin embargo, el Crowne Plaza Lima lo logra gracias a la buena mano de Jorge Chávarri, chef corporativo del hotel.

El de Sinfonía debe ser uno de los mejores sancochados de Lima, y lo es, no solo por su sabor (hay que probar ese consomé que concentra la cocción de muchas carnes) sino por su variedad y generosidad. Además de 20 salsas y similar cantidad de guarniciones (coles, garbanzos, papas nativas, ocas y un largo etcétera), el bufé incluye pecho de res, lengua, cordero, asado de tira, cola de buey, pollo, cerdo, tocino, chorizos, salchichas y más, mucho más. De yapa, postres peruanos. Y todo por 99 soles. Ah, va todos los miércoles de julio así que apúrese.

El restaurante tiene sabor casero, pues Chávarri es un cocinero que cocina como abuelita. Además de los platos a la carta (es una obligación la ensalada con vegetales de temporada y el asado de tira cocido durante varias horas y servido con papas nativas), hay un almuerzo ejecutivo donde, por 59 soles, se sirve aperitivo, entrada, plato de fondo, postre y bebida. En lo servido no hay complicaciones, pero sí conciencia de gustar sin complicar.

Julio es un mes frío, pero gracias a la hospitalidad del Crowne Plaza Lima, a su amor por la música y a la buena sazón de su cocina, es posible calentarlo, alegrarlo, todo en perfecta “sinfonía”. Nos vemos en el sancochado y, luego, en un inolvidable recital.