Publicado: 2024-04-16
Animalista de corazón, Renzo Crolle lleva casi cuatro décadas dedicado al caballo peruano de paso, maravillosa raza llena de garbo y elegancia y que, según los entendidos, es el mejor del mundo en temas de comodidad al montar. Esta semana se desarrolla, en Mamacona, el LXXVII Concurso Nacional del Caballo Peruano de Paso. Para hablar del evento y de las bondades de este caballo, lo buscamos. Ah, recuerde que hasta este domingo 21 de abril puede ser parte de este evento lleno de peruanidad, con muchas y atractivas actividades paralelas, más allá del garbo al andar de los equinos. Las entradas se venden en www.ticketmaster.pe
- ¿Cómo nació su afición por el caballo peruano de paso?
- A mediados de los 80, cuando tenía unos 13 años. Mi familia, de origen italiano, se mudó de Miraflores a Cieneguilla. Allí, veíamos a muchos de nuestros vecinos en sus caballos, cabalgando. En Lima, Cieneguilla era el epicentro de esta actividad. Hoy, ese epicentro está en Mala. Por entonces, éramos cuatro hermanos y, a insistencia de mi hermana, mi papá compró una yegua. Entonces, toda la familia se involucró en el tema de los caballos. Aprendimos a montar, empezamos a concursar y, años después, creamos nuestro propio criadero, que se llama Tambo Viejo.
- ¿Cuánto tiempo le dedica a esta afición?
- Soy empresario, tengo otras labores, pero como vivo en Cieneguilla, antes de ir a trabajar, paso por el criadero. Mi padre le dedica un poco más de tiempo. Para mí es un hobby, un hobby un poco caro, pero hobby al fin. Para mi papá sí es una pasión. Eso sí, es mi ocupación principal durante los fines de semana.
- ¿Cómo decidió hacerse juez, dirigente del gremio de criadores?
- Porque soy muy animalero: también crio perros y gallos. Primero, fui juez de perros, de siete razas diferentes. En ese proceso, se abrió una escuela para jueces de caballos, y me inscribí porque tengo esa vocación. Por ejemplo, cuando estaba en la universidad siempre elegía ser árbitro (risas). Ya no soy juez de perros, pues los caballos han ido ganando espacio en mi vida. Al menos una semana al mes soy juez de algún evento. A la fecha, he sido juez en unos 135 concursos, tanto dentro como fuera del país.
- ¿Qué hace especial al caballo peruano de paso?
- Es una raza única. Aunque su matriz sea el Perú, se cría en 17 países, y ha sido reconocida como la “raza de silla más cómoda del mundo”. Después del Perú, el país que más ejemplares tiene es Argentina. Luego vienen Ecuador, Bolivia, Chile, Uruguay, Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Suiza y Australia. Todo caballo trota. El trote es el movimiento diagonal de las patas: pata y mano de los lados contrarios se mueven a la vez. Entonces, el jinete va saltando. El caballo peruano de paso es especial porque lo hace con una pata a la vez, movimiento que suaviza el trote. Como ejemplo puedo decir que, mientras el caballo colombiano tiene una pisada corta y rápida, en el peruano buscamos que su tranco sea lo más largo posible para que, con menor esfuerzo, gane mayor terreno. Este tranco largo y armonioso hace al caballo peruano mucho más elegante.
- ¿Cómo describiría a este movimiento?
- La mano tiene tres movimientos. 1. La elevación, donde se levanta la mano, se llama “agudez”. 2. El movimiento lateral se llama “término”. 3. El movimiento hacia adelante se llama “extensión”. El paso largo hace que las manos del caballo se muevan de una manera elegante, vistosa, virtuosa
- ¿La peruana es la mejor raza de caballos en el mundo?
- La principal virtud del caballo peruano de paso es su comodidad para cabalgar, para el placer. Hace 100 o más años, su principal tarea era el trabajo en el campo; hoy, eso lo hace la maquinaria. Entonces, el caballo peruano es muy apreciado por su comodidad y su elegancia al andar. Otros caballos pueden dar adrenalina, velocidad, pero la comodidad y la elegancia son propias de nuestro caballo. Los peruanos debemos estar orgullosos de tener una raza propia. Por eso, debemos conocerla, valorarla y apreciarla. ¿Es el mejor caballo del mundo? No hay que expresarnos en esos términos. Sí, para montar es la más cómoda, pero hay muchas cosas por mejorar. Por ejemplo, debería ser más longevo, más útil, y en eso estamos trabajando, sobre todo con criadores y enfrenadores, que son los preparadores de los caballos.
- ¿Cuáles son los criterios que usan para evaluar a un caballo peruano de paso?
- Primero, vemos el todo. Luego, su trote debe ser suave. Esto se determina con el movimiento de las piernas. Después, hay que ver la quietud de la grupa, que debe “deslizarse”, es decir, no elevarse, no bambolear. Luego se determina cómo es la “metida de pata”, es decir, cuánto sobrepasa la huella de la pata a la huella de la mano. También es importante ver si el caballo tiene la cabeza arriba, pues le otorga garbo.
- Con la desaparición de las haciendas, ¿el caballo peruano de paso estuvo en peligro de extinción?
- La Reforma Agraria golpeó mucho. En haciendas como Cayaltí, Laredo, Pomalca, Casagrande y otras había muchos caballos. Pero la cría se trasladó a otros lugares al punto que podemos afirmar que hoy hay más caballos de paso que en los años 60. Según nuestro registro, contamos con unos 40 mil ejemplares, y cada año se inscriben entre 1200 y 1400 caballos más. Esto solo en el Perú.
- Con tantos países criando la raza peruana, ¿aún los mejores ejemplares los criamos en el Perú?
- Sí. El criador peruano tiene una sensibilidad que no posee el criador foráneo. Por eso, seguimos a la vanguardia. Por ejemplo, a Estados Unidos han ido varios de nuestros mejores ejemplares, sobre todo los de Paiján, pero de ellos nunca nacieron caballos mejores que los nacidos y criados en el Perú. Como en la cocina, se puede compartir la receta, pero el feeling, la mano, el cariño son irreproducibles.
- ¿El caballo peruano de paso es un elemento distintivo de la peruanidad?
- No lo es aún, pero debería serlo. Nuestra cocina, por ejemplo, ya tiene una posición ganada, pero con el apoyo de instituciones como Promperú y Mincetur estamos trabajando en su posicionamiento, no solo dentro del Perú, sino también fuera. Aún es visto como algo que representa a la élite, pero el caballo de paso se cría en todo el país: Lima, La Libertad, Arequipa, Cajamarca, etcétera. Si uno va a provincias, son miles las personas que asisten a los concursos, incluso con cerros aledaños llenos de gente.
- ¿Cómo viene este concurso, que está en su edición 77?
- El nivel de nuestra raza se ha elevado bastante, con gente muy profesional detrás. La diferencia entre el primero y el segundo es mínima, donde no solo influye la calidad del caballo, sino el trabajo previo, quién presenta al ejemplar, etcétera. En este contexto, el trabajo de los jueces es durísimo. Hay tres categorías: 1. Capones, que son los machos castrados. 2. Yeguas, que pueden ser de bozal (de un año a tres años los animales son jalados) y freno y espuelas. 3. Machos, que también son de bozal y freno y espuelas. Para el “Campeón del año”, donde concursan el primero y segundo de cada categoría, la competencia será durísima por la cantidad y calidad de los participantes.
- ¿Por qué la marinera norteña y el caballo peruano de paso ensamblan tan bien?
- Por sus movimientos, por su zapateo, por su sensualidad, por su elegancia, por su garbo.