Poco a poco vamos entendiendo que, en la buena mesa, el vino es indispensable… más aún en la cocina peruana, cuyas virtudes son reconocidas dentro y fuera del país, por propios y ajenos, por entusiastas y censores.

Felizmente para los amantes del vino, la diversidad de nuestra cocina y la política de puertas abiertas de nuestra economía, permite que a nuestro país lleguen vinos de todas partes del mundo, de Europa y América, África y Oceanía, de todo los colores y sabores, clásicos o vanguardistas, de grandes bodegas y pequeños productores, industriales y boutique, intervenidos y orgánicos, buenos, regulares y malos.

EL VINO A LA CARTA

Y dentro de esta amplitud de oferta, el Expovino significa un espacio de promoción, comercialización y conocimiento. Por su constancia y convocatoria, sin duda, es una de las ferias de vinos más importante del país.

Por la pandemia, su edición 2020 no pudo realizarse y, como esta continúa, para su edición 2021 se tomó una decisión que los amantes de la buena mesa agradecemos. ¿En qué consiste su propuesta? Hacer partícipes de la ceremonia del vino a varios de los mejores restaurantes de Lima. Estos han preparado un menú especial –con clásicos y novedades–, servidos en sus locales con opciones para dos, cuatro, seis y hasta diez comensales, y una opción de delivery.

¿Cuáles son los cocineros y restaurantes participantes? Tome nota. Mitsuharu Tsumura, de Maido; Jaime Pesaque, quien acaba de aparecer en la lista de los mejores cocineros del mundo, con su restaurante 500 Grados; José del Castillo, de Isolina; Jorge Muñoz, de Astrid & Gastón; James Berckemeyer, de Cosme; Francesca Ferreyros, de Baan; Renzo Garibaldi, de Osso, además de Osaka, La Cuadra del Salvador, Amoramar y El Hornero.

¿Qué vinos se servirán? Los que fueron elegidos, el pasado 19 y 20 de agosto por los más experimentados enólogos, sumilleres y catadores del Perú, como los mejores que uno puede encontrar en las góndolas y cavas de Wong, una selección de más de 650 etiquetas provenientes de casi 100 bodegas de países como Francia y España, Francia e Italia, Argentina y Chile, Estados Unidos y Nueva Zelanda y más.

Los vinos con más alto puntaje fueron los siguientes: La Celia Pionner Malbec 2018, con 96 puntos (va perfecto con una carne roja a la parrilla); Coppola Diamont Claret Malbec 2018, con 95.67 puntos (vino californiano que nos demuestra que los peruanos amamos los Malbec sin importar su origen); Terranoble Reserva Cabernet Sauvignon 2019, con 95 puntos; Tacama Gran Tinto Tres Cepas 2020, con 94.67 puntos (el tinto de Malbec, Tannat y Petit Verdot que sacó cara por el Perú), y el Catena Malbec 2019, con 94.67 puntos (creación de ese gigante de la enología argentina y mundial llamado Alejandro Vigil).

EXPERIENCIA MAIDO, EXPERIENCIA TOP

Nosotros siempre le andamos buscando vino a la cocina nikkei. Creemos que sus mejores opciones van por los espumosos secos, si son rosados, mejor, con larga acidez, buen cuerpo y mucha elegancia, pues la fuerte presencia de pescados y mariscos aseguran un mayor disfrute. De yapa, si se sirve alguna carne, los espumosos –llámense estos champagne, crémant, cava, prosecco o similares– resultan siempre buenos comodines.

Sin embargo, esta vez, fuimos a Maido con un chardonnay de la bodega El Enemigo. El Enemigo, proyecto personal de Alejandro Vigil, es la nueva joya de la enología argentina pues, en poco tiempo, se ha posicionado como la de mayor venta entre las bodegas boutique de Mendoza. Gran opción para comer en uno de los mejores restaurantes del país, de América Latina y del mundo.

Para el Expovino 2021, Mitsuharu Tsumura, su capo cocinero, ha preparado un menú degustación en donde hace un recorrido por los mejores platos de su cocina, de tal manera que, si uno va por primera vez, podrá confirmar por qué Maido aparece en los ránkings más importantes de la cocina mundial.

El menú degustación para dos personas tiene nueve tiempos, e incluye, snacks, cebiches, nigiris, un sudado, carne y hasta postre, todo bien taipá, como nos gusta a los peruanos. Tome nota de nuestras impresiones.

El menú empieza con tres snacks, bocados que pueden comerse con las manos. No se escandalice, como bien dice García Márquez, el mundo se hizo un poco más malo el día que se inventaron los cubiertos. La papa amazónica suflada tiene el aspecto de una piedra negra, pero en su interior guarda un tesoro, una cecina amazónica que conjuga muy bien con el Chardonnay por sus notas ahumadas.

El sembei de arroz con mariscos, surimi de mero y emulsión de coral y las almejas con huevas de varios colores y orígenes pedían un blanco con más acidez, pero nada es perfecto en la vida. Igual, esas almejas resultan una novedosa interpretación de un ingrediente no siempre apreciado pero que, a nosotros, nos encanta.

El tartar de toro (la especie de atún más apreciada en el mundo) es otro golazo. Lleva tofu de palta, ponzu y crujiente de arroz. Sabor y textura, creatividad y travesura, todo en uno, y con el chardonnay, purita dulzura.

El cebiche nissei lleva pesca del día, crema de zarandaja (un guiño a los cebiches del norte del Perú), ponzu y chicharrón de calamar. Nos sirvieron, además, algunas láminas de pescado azul, que, por su contenido graso, armonizó muy bien con el vino. El chicharrón de calamar es una belleza, una de las mejores frituras de la ciudad.

En los nigiris, Maido no tiene pierde. Nosotros somos fanáticos del que preparan con foie gras, pero siempre aplaudimos cuando nos sirven el “a lo pobre”, un clásico de Maido que lleva entraña y huevo de codorniz. El tercer nigiri es el de toro, otra vez el atún fichazo, pero cortado y flameado en mesa, y luego pasado por shoyu. Un juego sabroso y lujoso. ¿Con el vino? No todo es perfecto en la vida, pero mal no quedó la creación del buen Vigil.

El chupe de camarones es un bocado que llega envuelto en masa xiao lon bao. Sí, es una especie de bao que tiene todos los sabores del chupe en una sola mordida. De yapa y adorno, una hojita frita de huacatay. Suena a travesura, pero, créanos, este bocado es cosa seria. ¿Con el Chardonnay? Con un poquito menos de temperatura hubiese ido genial.

El katsu-sando es un sanguchito de molleja de ternera con col y mostaza japonesa picante que a nosotros nos encanta pero que, si las texturas gelatinosas no son lo suyo, debe probar con cuidado. ¿Nuestra recomendación? Deje todos sus prejuicios en casa y atrévase a todo. ¿Con el Chardonnay? Nunca la madera estuvo mejor puesta.

El sudado nikkei es un vicio de Maido, un plato que, apenas creado, se convirtió en un clásico de su carta. Lo hacen con bacalao fresco, un pescado de profundidad que es increíble, tan increíble como el caldo de vóngoles con el que lo empapan. Lleva un dumpling de langostinos que sabe a atrevido beso francés. ¿El vino? Siempre es necesario.

El asado de tira nitsuke es un regalo generoso de Mitsuharu, el chef. Ha sido cocido durante 50 horas en sus propios jugos, a los que se les ha agregado ajo crocante y la salsa Nitsuke. Lo sirven con un chaufa blanco de cecina y un puré de papa amarilla. Una exageración que nuestra alma agradecerá. Este plato pide un tinto. Un Enemigo Malbec, que es una de las opciones del menú, no le iría mal.

Como postre, uno de chocolate llamado Amador 70%, pues el cacao de origen utilizado tiene 70% de pureza. Va con un helado de shica shica, castañas de Bahuaja y mochis que, creemos, son de arroz. Bravísimo. El vino se nos acabó antes del postre, lo sentimos, pero un buen pisco nunca va mal con chocolate.


DATOS

Para conocer todas las opciones del Expovino de Wong 2021 visite www.wong.pe/expovino

Va hasta el 30 de setiembre

Esté muy atento a las fechas disponibles, pues los menús no se sirven todos los días, y solo será atendido si la reserva la hizo con anticipación en la web de Wong.

La experiencia en Maido para dos personas, con una botella de vino, cuesta 799 soles. Incluye también agua y café o infusión.