Cuenta la historia que la coctelería tiki nació en Estados Unidos en los años 30, precisamente en 1934, con la inauguración de Don The Beachcomber, un bar temático que se inspiraba en la cultura de Polinesia. Su dueño, Ernest Raymond Beaumont-Gantt (Luisiana, EE.UU.) había realizado poco antes un viaje por aquellas islas y quedó fascinado con las bebidas, llenas de ron y frutas exóticas, que le sirvieron durante su travesía.  

Poco después, en 1937, Víctor Bergeron, más conocido por su alias Trader Vic, hizo suyo el estilo tiki y lo popularizó en su restaurante de Oakland, que, al convertirse en una cadena mundial, popularizó a lo tiki por todo el orbe.

Esta coctelería tuvo su auge hasta los años 80, sobre todo por su acogida en las playas de California y las estrellas de Hollywood, y esa sensación hedonista de sentirse transportado, al beber, a las paradisiacas playas de la Polinesia.

La coctelería tiki “se caracteriza por mezclar rones con frutas tropicales y decoraciones extravagantes. Es sinónimo de diversión, ambiente playero y tablas de surf. Su vajilla y decoración también son paradigmáticas: generalmente los cocteles se sirven en jarros cerámicos, con forma de tótems o figuras similares”, nos cuentan los representantes de LC Group, la empresa distribuidora de bebidas que organiza esta semana la “Ruta Bacardí”, un concurso se coctelería tiki en el que participaron algunas de las mejores barras de Lima.

Estos días, que el verano se impone en nuestras costas, beberse uno de estos cocteles puede resultar una experiencia refrescante y, como sus tótems, embrujadora. Algunos de los clásicos tiki son el Mai Tai, el Zombie, el Painkiller, el Suffering Bastard, el Navy Grog, el Fogcutter y más.

la competencia

Durante las últimas dos semanas, los bartenders de Astrid y Gastón, Barna Bar (Asia), Bravo Restobar, Cala, Diala, Don Doh, Tragaluz (Hotel Belmond), Mad Bar (Hotel BTH), Bar Inglés (Hotel Country), Hotel Hilton, IK Restaurante, Mangos, Picas, Popular, Rafaellla Bodega Bar y Toshi Restaurante Nikkei recibieron capacitaciones en coctelería tiki, en sus tragos emblemáticos y desplegaron su talento creando innovadoras recetas siguiendo las pautas establecidas por Ernest Raymond Beaumont-Gantt y sus seguidores.  

Luego de un intenso proceso de selección, que estuvo a cargo, entre otros, de los reconocidos cantineros David Romero y Nando Córdoba, se seleccionaron a los cinco finalistas de la “Ruta Bacardí”. Estos son Andrea Salomón (Toshi), Frank Alvarado (Astrid & Gastón), Manuel Méndez (Hotel Hilton), Alexandra Segovia (Picas) y Renzo Bermúdez (Tragaluz).

El ganador se conocerá mañana martes 28 de febrero en el ‘Guest Bartender’ que, a partir de las 7 p.m., Bacardí organiza en Bravo Restobar (cuadra 10 de Conquistadores, San Isidro). La reunión contará con la participación de David Romero, Marcos Blas Valverde Ponce e Iván De Los Rios. La celebración está abierta al público en general y los precios de los cocteles a precio de oferta.

Además, se aprovechará la ocasión para presentar al cóctel Constantino, creación del argentino Américo J. Borzone, ganador del Bacardí Legacy Cono Sur 2017.

Y como broche de oro, el cierre de la “Ruta Bacardí” se realizará este miércoles 1 de marzo con otro ‘Guest Bartender’, esta vez a cargo del capo (y también argentino) coctelero Maximiliano Yamir Salomón, ganador del Bacardi Legacy Cono Sur 2016, quien mostrará sus creaciones tiki junto con el ganador peruano de la competencia. El lugar del evento se anunciará mañana por la noche.

Nosotros, ansiosos como somos, nos fuimos a visitar los cocteles que, para la competencia, prepararon los bartenders de Don Doh e Ik Restaurante.

En Don Doh, Nixon Inga nos preparó un Don Tiki, un refrescante coctel elaborado con ron Bacardí Añejo de 8 años, un sake dry, licor de piña, naranja y chips de roble, jugo de toronja, zumo de mandarina, mermelada de piña y miso, que es servido en un bonito vaso cerámico de estilo japonés, que se caracteriza, al contrario de la cultura polinesia, por su sobriedad; el colorido viene con las piezas de origami con las que se adorna el coctel.

Aunque sus ingredientes podrían hacernos pensar que es azúcar directa a la vena, no resultó así en parte por el equilibrio logrado por el sake (uno Dry) y la presencia equilibrante del miso. Buen coctel, buen espacio dirigido por el barman Rodrigo Oblitas, y una pena que la creación de Nixon Inga no haya sido seleccionada entre los finalistas. Ahora, esto puede ser una buena noticia para los bebedores: si el Don Tiki no pasó a la final significa que quienes sí lo hicieron han preparado unos coctelazos, superiores al de Don Doh

En este lugar también probamos su versión del Mai Tai, un clásico tiki, que está a la altura de algunas versiones que hace poco probamos en San Francisco. Que el equipo de Oblitas siga por el buen camino.

Luego nos fuimos al bar Semillas de IK Restaurante, donde el barman Juan Romero nos mostró el Afrotiki, un coctel que lleva Ron Bacardí 8 años, ron Bacardí Blanco, zumo de piña con infusión de canela, un fermentado de manzana y lavanda, y un concentrado preparado al batán que lleva de oxalis (hoja con marcadas notas cítricas) y jugo de piña.

Como nos dice Romero, IK es un restaurante con un equipo, comandado por el gran Lio Alejandro, básicamente migrante, y todo eso quieren reflejarlo e sus creaciones. Si bien el coctel es tiki, elementos como la hoja de Bijao (con el que envuelven el vaso del coctel) y el batán con el que se machacan algunos ingredientes son del Perú profundo, es que a veces no queremos ver y menos valorar.

El Afrotiki, que ya vimos que es también andino y selvático, resultó otro coctel interesante, digno de la barra de IK y de la nueva coctelería peruana, una que se está revalorizándose poco a poco, día a día, con eventos como este. Que el futuro y las próximas creaciones de nuestros bartenders sean propicios. Salud.